“Muchos creen que por ser un sonero tengo que hacer música tradicional”
El denominado ‘Sonero de la Juventud’, el considerado por muchos el último gran eslabón entre los salseros de antaño y las nuevas audiencias, ese es Víctor Manuel Ruiz Velázquez, conocido a nivel artístico simplemente como Víctor Manuelle.
Este cantautor neoyorquino de ascendencia boricua, celebra por estos días 30 años de trayectoria y lo hace con el álbum Lado A, lado B, en el que combina el sonido análogo con el digital.
Víctor Manuelle ha forjado una carrera exitosa, la cual ha hecho a pulso, iniciándose como corista de artistas de la talla de Gilberto Santa Rosa, Adalberto Santiago, Cheo Feliciano, entre otros destacados salseros. También ha producido álbumes como 45 Aniversario, de Ismael Miranda.
El intérprete de 54 años, no solo se ha rodeado de experimentadas figuras, sino que también ha fusionado la salsa con la Música Urbana, creando éxitos al lado de Héctor y Tito, Don Omar, Tego Calderón, Yandel, Bad Bunny, Farruko y Wisin.
Mantenerme vigente, mi carrera inició en 1993, creo que esos años de darte a conocer como artista son los más importantes, donde obviamente se vive todo ese boom del reconocimiento y los éxitos, pero la parte más difícil viene después, ya cuando eres reconocido y ocupas los primeros lugares, viene el reto de mantenerte vigente, y son 30 años gracias a Dios haciendo música con el respaldo del público. Me he podido adaptar a todos los formatos y por eso puedo seguir haciendo música.
Muchos piensan que por ser un sonero tengo que hacer música más tradicional. Hay un público que exige eso y hay otro que es un grupo de jóvenes que me conocieron desde que colaboraré con los intérpretes de Música Urbana. Así que, en esta etapa, quise complacerlos a todos y trabajar este concepto en el disco que combina lo tradicional y lo moderno.
Uno de los logros más grandes de mi carrera ha sido trabajar con salseros que para mí fueron grandes referentes, por ejemplo decir Ismael Miranda, para mí es hacer referencia a uno de los gigantes de la época gloriosa de la salsa. Él me adoptó desde que yo era muy joven, pero jamás pensé que me iba a llamar para que le produjera un álbum. Ya yo le había escrito algunos temas y por eso me dio ese voto de confianza. Fue un reto porque ya él tenía un estilo reconocible y yo no podía llegar a cambiarlo, bajo esa consigna hicimos el álbum 45 Aniversario, que estuvo nominado al Grammy Latino, con temas como Bajo, piano y bongó, que contaron con la participación de Bobby Valentín y Roberto Roena. Yo escribí cinco canciones de las nueve que tenía la producción. Así que mi carta de presentación como productor ese este álbum. Eso me abrió puertas, luego pude trabajar como productor de Domingo Quiñones, Luisito Carrión y muchos otros salseros tradicionales.